Convergencia es un partido político nacional que se rige por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las leyes que de ella emanan, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, así como por sus Estatutos y reglamentos internos.
Convergencia es una entidad de interés público que tiene como propósito promover la participación de las mexicanas y los mexicanos en la vida democrática del país, contribuir a la integración de la representación nacional y hacer posible el acceso de los ciudadanos al ejercicio democrático del poder público, conforme a la Declaración de Principios y al Programa de Acción que nos orientan como partido.
Como organización de mexicanos, identificados con el respeto a las libertades, a la disidencia y a la tolerancia, nos pronunciamos por una competencia civilizada para alcanzar el poder y por conducir, nuestras actividad
es partidistas por medio de los cauces de la ley, por la vía pacifica y privilegiando, en todos los casos, los conductos democráticos.
Todo lo anterior, forma parte de lo estipulado en la declaración de principios, y precisamente en los artículos 1 y 2, de nuestros Estatutos.
Cuando la mayoría de los que estamos aquí presentes, y muchos más en todo el estado, decidimos afiliarnos a nuestro partido, aún se llamaba: “CONVERGENCIA POR LA DEMOCRACIA”; Al menos un servidor, que venía de militar en otro partido político, en el que se consideraba que la democracia interna del mismo había pasado a segundo o tercer término, y que justamente lo que uno siempre va buscando es abrir los canales democráticos de participación interna, pensé que aquí lo encontraría por ser un partido político nuevo, moderno, limpio y fresco; sin embargo, por razones que en verdad no entiendo, en asamblea nacional antepasada, fue suprimida la frase que le daba sustento, valor y peso al partido: “Por la Democracia”, dejando sólo el nombre de: “Convergencia.”
Todo esto viene a colación, porque es de todos sabido, que éste 15 de enero del año en curso, es decir, pasado mañana, concluye el periodo estatutario de la actual dirigencia del comité directivo estatal, que encabeza Alfredo Tress Jiménez, y por increíble que parezca, no se convocó a través de convocatoria pública, a renovar la dirigencia estatal. Esto no ocurre en ningún partido político, ni en ninguna organización social, sindical, vamos, hasta en cualquier mesa directiva estudiantil, viven sus procesos de renovación democrática, a sus propios modos y estilos; pero lo increíble de esto, es que se trata de un partido político nacional, que por su propia naturaleza jurídica es público.
No estamos ante ningún caso particular de grillas internas, pleitos y golpes bajo la mesa, ambiciones personales o de grupo; Ese no es el tema, o al menos deja de ser el tema central; ya que estamos ante un caso de ilegalidad que solamente puede ser subsanado con la aplicación estricta de los estatutos y reglamentos que nos rigen; Solamente de eso se trata. Que no se nos diga, “que pretender cumplir y hacer cumplir los estatutos de nuestro partido, es no saber hacer política; Eso es hacer política, precisamente debemos cambiar el concepto de hacer grilla, por hacer política; y justamente nuestra declaración de principios, en su apartado 6, define hacer política: “como el valor de la democracia y la libertad, para que mediante el diálogo, el trato civilizado, la construcción de consensos, la confrontación razonada, la tolerancia, el empleo de argumentos y no de acciones autoritarias y represivas, nos rescatan como seres humanos y nos dignifican frente al adversario y frente a la sociedad.”
Esta es nuestra lucha, la lucha por la legalidad, la lucha por la dignidad y el respeto de los derechos de todas y todos los que militamos en Convergencia; porque no es posible quedarse callados, cuando ves que te asiste la razón; y sobretodo, la razón de la ley y la justicia. No podemos ser cómplices del silencio, porque entonces estaríamos yendo en contra de nuestra propia naturaleza y de nuestro propio origen de partido. Luchar por la legalidad, no es luchar en contra del partido; sino luchar por rescatar el origen y la esencia del partido.
Arturo Cázares Lara
Secretario General
Convergencia es una entidad de interés público que tiene como propósito promover la participación de las mexicanas y los mexicanos en la vida democrática del país, contribuir a la integración de la representación nacional y hacer posible el acceso de los ciudadanos al ejercicio democrático del poder público, conforme a la Declaración de Principios y al Programa de Acción que nos orientan como partido.
Como organización de mexicanos, identificados con el respeto a las libertades, a la disidencia y a la tolerancia, nos pronunciamos por una competencia civilizada para alcanzar el poder y por conducir, nuestras actividad
es partidistas por medio de los cauces de la ley, por la vía pacifica y privilegiando, en todos los casos, los conductos democráticos.Todo lo anterior, forma parte de lo estipulado en la declaración de principios, y precisamente en los artículos 1 y 2, de nuestros Estatutos.
Cuando la mayoría de los que estamos aquí presentes, y muchos más en todo el estado, decidimos afiliarnos a nuestro partido, aún se llamaba: “CONVERGENCIA POR LA DEMOCRACIA”; Al menos un servidor, que venía de militar en otro partido político, en el que se consideraba que la democracia interna del mismo había pasado a segundo o tercer término, y que justamente lo que uno siempre va buscando es abrir los canales democráticos de participación interna, pensé que aquí lo encontraría por ser un partido político nuevo, moderno, limpio y fresco; sin embargo, por razones que en verdad no entiendo, en asamblea nacional antepasada, fue suprimida la frase que le daba sustento, valor y peso al partido: “Por la Democracia”, dejando sólo el nombre de: “Convergencia.”
Todo esto viene a colación, porque es de todos sabido, que éste 15 de enero del año en curso, es decir, pasado mañana, concluye el periodo estatutario de la actual dirigencia del comité directivo estatal, que encabeza Alfredo Tress Jiménez, y por increíble que parezca, no se convocó a través de convocatoria pública, a renovar la dirigencia estatal. Esto no ocurre en ningún partido político, ni en ninguna organización social, sindical, vamos, hasta en cualquier mesa directiva estudiantil, viven sus procesos de renovación democrática, a sus propios modos y estilos; pero lo increíble de esto, es que se trata de un partido político nacional, que por su propia naturaleza jurídica es público.
No estamos ante ningún caso particular de grillas internas, pleitos y golpes bajo la mesa, ambiciones personales o de grupo; Ese no es el tema, o al menos deja de ser el tema central; ya que estamos ante un caso de ilegalidad que solamente puede ser subsanado con la aplicación estricta de los estatutos y reglamentos que nos rigen; Solamente de eso se trata. Que no se nos diga, “que pretender cumplir y hacer cumplir los estatutos de nuestro partido, es no saber hacer política; Eso es hacer política, precisamente debemos cambiar el concepto de hacer grilla, por hacer política; y justamente nuestra declaración de principios, en su apartado 6, define hacer política: “como el valor de la democracia y la libertad, para que mediante el diálogo, el trato civilizado, la construcción de consensos, la confrontación razonada, la tolerancia, el empleo de argumentos y no de acciones autoritarias y represivas, nos rescatan como seres humanos y nos dignifican frente al adversario y frente a la sociedad.”
Esta es nuestra lucha, la lucha por la legalidad, la lucha por la dignidad y el respeto de los derechos de todas y todos los que militamos en Convergencia; porque no es posible quedarse callados, cuando ves que te asiste la razón; y sobretodo, la razón de la ley y la justicia. No podemos ser cómplices del silencio, porque entonces estaríamos yendo en contra de nuestra propia naturaleza y de nuestro propio origen de partido. Luchar por la legalidad, no es luchar en contra del partido; sino luchar por rescatar el origen y la esencia del partido.
Arturo Cázares Lara
Secretario General
